miércoles, 22 de diciembre de 2010

Soledad

Gracias Salva por tus comentarios,es cierto que el control de los sentimientos puede llevarnos a la felicidad,pero es muy difícil controlarlos o aprender a hacerlo.Tu reflexión me ha llevado a recordar un poema que escribí hace algún tiempo incluido en mi pequeño recopilatorio "Romancero Pasajero",aquí te lo escribo para que disfrutes:

Qué triste es no tener a nadie con quien compartir una sonrisa,triste,es tener el silencio por compañero de aventuras,triste,es no sentir el aliento de los que te apoyan cerca de ti.
Soledad,qué triste es tu compañía,que ni con el licor calmas mi dolor.
Soledad,cuántas veces maldije el haberte conocido,tú que me enseñaste a tener miedo a la oscuridad,a olvidar el significado de las palabras,a entender que no hay dolor más fuerte,que el que no se puede sentir.
Compañera en las noches llenas de silencios y lágrimas que borras mis recuerdos con la llegada del sol.
Lágrimas que con el café de la mañana desaparecen por el retrete junto con mis ganas de volver a beber.
Lágrimas,que ya no quedan en mis ojos quemados,como las tostadas que nunca como,y que día tras día amontono en la basura.
Basura,son los recuerdos de aquella felicidad efímera,inmortalizada en un sinfín de retratos,que se perdieron en el baúl,como los gatos se pierden por los tejados.
Tejados,que se alzan imponentes intentando alcanzar el cielo,como un niño que alza sus brazos buscando a su madre.
Madre,que con ternura cuida de un hijo para luego verlo marchar.
No es más dura la distancia,lo más duro es el olvido.
Olvidar es el final de la vida,y el comienzo de la desdicha.
¿Quién olvida,el corazón,o la cabeza?
Corazón es el que siente,el que nunca miente,el que guía las lágrimas hasta rodar por las mejillas.El que llora desesperado,el que grita de júbilo y alegría,el que calla cuando el silencio es eterno.
Eterno es el tiempo,eterna la dicha o la desdicha en la que caminamos por la senda de la vida.
Vida,es aquella que queremos vivir,y en la que nos toca sufrir.
Sufrir no es morir,es vivir,sentir que aquello que nos rodea tiene un fin.
¿Quién puede asentir que no sufre,que no siente,que no llora,que no ríe?
Es triste la soledad de aquellos que no la eligen,que simplemente la viven.
Soledad,musa entre las musas de los más puros sentimientos,tú que te escondes tras las lágrimas de los afligidos y el silencio de los desdichados,olvida mi nombre,mi rostro,y aléjate de mi corazón henchido ya de dolor.
Sólo te quiero a mi lado para que guíes mi mano sobre el papel,y a mis lágrimas sobre la tinta,para que aquellos que lean mis palabras,sientan lo que yo siento.
Siento no poder corresponder tu amistad,pues para mí no eres amiga,sólo una conocida a la que nunca quise conocer.
Conocerte fue mi peor tortura,y durante años perdí la cordura.
Envolviste mi mente en la locura,en un desierto maltrecho,en una flor marchita,que se secaba entre los granos de arena.
Hoy las flores levantan sus pétalos al sol,un sol dorado que calienta esos granos por los que mis pies caminan.
Ando por el árido desierto de la indiferencia,y aunque rodeado de gente sigo solo,ya no eres mi compañera.
Hoy por fin escucho las risas,camino sin prisa,disfruto de la brisa,vuelvo a la vida.

1 comentario:

  1. Antonio, eres un poeta ¿te lo habia dico ya?. Sigue asi. En mi blog te sigo. Espero que la gente poco a poco nos vaya conociendo y criticando..eso seria bueno,¿no?

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